A pesar de las estrategias de combate a la inflación del Gobierno Federal, los alimentos, el tabaco y las bebidas continúan como los principales motores del aumento en precios impulsando a que la inflación anual sea del 7.9% en enero de 2023.

A partir del segundo semestre de 2021 la inflación en México ha mostrado una tendencia al alza llegando a valores máximos del 8.7%, en agosto y septiembre de 2022, que no se habían presenciado desde diciembre de 2000. Entre los factores que impulsaron la inflación a nivel mundial el año anterior, destacan la remanencia de efectos nocivos de la COVID-19, la dislocación en cadenas productivas por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y el aumento del precio de los energéticos.

En México, la inflación es medida por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a través del Indicador Nacional de Precios al Consumidor (INPC) que monitorea una selección de bienes y servicios clasificados en categorías a las que se les asigna una ponderación dependiendo de la proporción de gasto que los hogares les destinan. Dicha ponderación influye en cuánto contribuye cada componente a la inflación y es denominada incidencia.

A enero de 2023, la inflación anual fue del 7.9%; es decir, mostró un aumento de un punto porcentual respecto al mes anterior. Asimismo, los alimentos, las bebidas y el tabaco continúan siendo el principal componente al contribuir a la inflación anual con un 35.7%, seguido de los bienes no alimenticios y otros servicios con cuya contribución fue del 18.2% Y 16.4%, respectivamente.

Al ajustar el incremento en precios de cada producto por su incidencia, dentro de la categoría de los alimentos, bebidas y tabaco, los productos que más contribuyeron a la inflación anual a enero de 2023 fueron la carne de res, la tortilla de maíz, los refrescos envasados, la carne de pollo, el huevo, la leche pasteurizada y fresca, la cerveza, el pan dulce, la carne de cerdo y las papas y otros tubérculos al contribuir un 25.2% al aumento anual del INPC. Es decir, estos diez productos representaron el 70.5% de la contribución a la inflación de la categoría de alimentos, bebidas y tabaco. 

Ante este escenario, el Gobierno Federal ha optado por implementar estrategias para contener las presiones inflacionarias desde el año pasado. En mayo de 2022 fue impulsada la primera herramienta denominada Paquete Económico Contra la Inflación y la Carestía (PACIC); la segunda fue el Acuerdo de Apertura Contra la Inflación y la Carestía (APECIC) que entró en vigor a partir de octubre de 2022. Tanto el PACIC como el APECIC son un conjunto de estrategias de producción, distribución y comercio exterior que buscan estabilizar los precios de aquellos productos cuyo incremento, considera el gobierno, más perjudica a los mexicanos. Las estrategias puntuales incluyen la exención del pago de aranceles de importación y facilidades administrativas.
En correspondencia con el contexto inflacionario, el gobierno continúa con su política antiinflacionaria y a partir del 6 de enero de 2023 condensa lo promulgado en los decretos pasados en uno solo además de adicionar nuevos productos: ocho que pertenecen al componente de alimentos, bebidas y tabaco; seis al de mercancías no alimenticias; tres a frutas y verduras; y, uno a productos pecuarios.

Adicionalmente, entre las categorías del INPC, los energéticos son los que muestran la menor inflación anual, con un incremento del 2.5%, mientras que Rocío Nahle, secretaria de Energía, afirmó que México es el país con la menor inflación en los energéticos de los 34 países de la OCDE. Una contención en la inflación de los energéticos contribuiría a que disminuyan los costos logísticos de la distribución de los alimentos.