El aumento de la tasa de interés como herramienta para contener la inflación debilita al consumo, que ha crecido a una tasa mensual promedio de 0.4%, en lo que va del año.

El consumo es el gasto de los hogares sobre los bienes y servicios nacionales e internacionales. Tras la pandemia de COVID-19, la reactivación económica impulsó su crecimiento. Sin embargo, a agosto de 2022, el consumo en México ha mostrado un crecimiento moderado. A pesar de que creció en 7.1% respecto al mismo mes del año anterior, tan solo aumentó en 0.7% respecto al mes anterior, siendo su sexto mes consecutivo con un crecimiento mensual menor al 1%.

Entre las razones que explican su evolución en lo que va del año destacan las presiones inflacionarias derivadas del conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania, que ocasionaron disrupciones en las cadenas productivas y presionaron los precios al alza. Ante este escenario de incertidumbre económica y financiera, el Banco de México ha usado la tasa de interés para cumplir con su función de preservar el valor del peso.

En el caso mexicano, la tasa de interés ha experimentado once aumentos consecutivos, desde junio de 2021, de las cuales, las últimas cinco han sido posteriores al conflicto ruso-ucraniano, cuyo inicio fue el 24 de febrero de 2022. Al comparar la evolución de la tasa de interés contra la variación anual del consumo, se observa una relación negativa entre ambas; sin embargo, si bien el consumo ha desacelerado su crecimiento conforme la tasa de interés aumenta, su nivel no ha caído como sucedió durante la pandemia.

Dado que el aumento en la tasa de interés desalienta el consumo; entre los componentes del consumo, los bienes importados que mostraban la mayor expansión —su tasa de crecimiento real promedio en lo que va del año es de 9.1%—, muestran un deterioro en su avance tras hilar dos meses con variaciones mensuales negativas. De manera similar, los bienes y servicios nacionales muestran menores tasas de crecimiento anuales desde que inició el periodo de alzas en las tasas de interés.

Finalmente, dado que la economía mundial enfrenta un escenario con mayores probabilidades de una estanflación —episodio de estancamiento económico acompañado de altas de tasas de inflación —, el pronóstico es que Banco de México continúe aumentando su tasa de interés hasta lograr contener la inflación. Debido a que dicho aumento impacta el resto de las tasas de interés de la economía mexicana, es probable que el consumo sufra una contracción en los próximos meses.