Con el propósito de incrementar la producción de baterías para vehículos eléctricos en Estados Unidos, el presidente, Joe Biden, anunció un crédito fiscal que reduciría en un tercio su costo de elaboración. Con esta política se busca disminuir la dependencia hacia las baterías producidas en China e impulsar la transición hacia vehículos de transporte más limpios.

El pasado treinta de enero, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció un crédito tributario a las manufactureras automotrices que incentiva el incremento en la creación de baterías para vehículos eléctricos en dicho país. La política ofrece a los fabricantes de baterías un crédito fiscal de 35 dólares por kilovatio-hora por cada celda fabricada en Estados Unidos, lo que reduce sus costos de producción en un tercio. En coherencia con el discurso de Biden, la política busca fortalecer la cadena de suministro para la elaboración de vehículos eléctricos con el objetivo de reducir la dependencia americana hacia China, así como acelerar la transición hacia transportes más limpios.

Actualmente, el 6.0% de las ventas de vehículos nuevos en Estados Unidos se compone por vehículos eléctricos. No obstante, las manufactureras automotrices se encuentran preparándose para que los vehículos eléctricos abarquen una mayor participación en el mercado automotriz dentro de pocos años.

De acuerdo con expertos de Atlas Public Policy, desde el 2015, ha habido más de 128 mil millones de dólares de inversiones anunciadas en plantas de vehículos eléctricos, plantas de baterías y reciclaje de baterías. Solo en 2022, las empresas anunciaron más de 73 mil millones de dólares en proyectos planificados, más de tres veces el récord establecido en 2021.

Las políticas implementadas por Biden incrementan las presiones sobre las empresas involucradas en la producción de baterías para reducir la dependencia de China y crear empleos en Estados Unidos.

Actualmente, los fabricantes chinos de baterías para vehículos eléctricos dominan el mercado global, con seis compañías que figuran entre los diez principales jugadores del mundo y acumularon una participación del 60.5% en el mercado durante el 2022. Contemporary Amperex Technology (CATL), con sede en la provincia de Fujian, en el este de China, mantuvo su posición como el mayor productor mundial de baterías para vehículos eléctricos, de acuerdo con los datos de Bloomberg.

Aunado a la intención de disminuir la dependencia a las baterías para vehículos eléctricos producidos en China por asuntos políticos, las empresas han encontrado razones comerciales para continuar desarrollándose o mudarse a Estados Unidos, como expandir rápidamente la producción y evitar interrupciones en la cadena de suministro. Pues, en el pasado cercano, tanto por la pandemia de la COVID-19 como por la guerra entre Rusia y Ucrania, la dependencia internacional por productos elaborados en China y Rusia generaron inestabilidad e incertidumbre en los mercados.