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La probable recesión en Estados Unidos y su contraste con México y Canadá

La combinación de una alta inflación con una baja tasa de desempleo ha aumentado el poder de negociación de los trabajadores estadounidenses y ha llevado al alza los salarios, lo cual abona a la inflación. Si la FED continúa elevando la tasa de interés, con la intención de reducir la inflación, podría generar una caída en la producción y en el empleo, ocasionando una desaceleración económica. Esta recesión se traduciría en un choque negativo importante para el comercio de la región norteamericana.

Hay varias razones por las que se cree que Estados Unidos podría estar en recesión. Una de las principales es la incertidumbre económica causada por la pandemia de la COVID-19, que ha tenido un gran impacto en la economía estadounidense y global. La pandemia provocó una caída importante en la demanda de bienes y servicios, lo que generó un aumento en el desempleo y una disminución en la actividad empresarial, principalmente en la de la construcción.

Asimismo, dada la alta inflación observada tras la disrupción de cadenas de valor generada por la invasión rusa en Ucrania, la Reserva Federal (FED por sus siglas en inglés), así como el resto de los bancos centrales en el mundo, ha optado por llevar la tasa de interés al alza. Lo anterior, aunado a la incertidumbre económica, ha llevado a que las empresas y los hogares reduzcan sus gastos en inversión y construcción, lo que tiene un efecto negativo en el crecimiento económico.

Contrastando con sus principales aliados comerciales (México y Canadá), la inflación de Estados Unidos creció, de mayo de 2020, mes en el que se reportó la inflación más baja en los tres países, a noviembre de 2021, en un 5,929.5%, es decir, 34 veces más que México y tres veces más que Canadá.

Si bien se observa que la inflación se encuentra disminuyendo para los tres países, los tomadores de decisiones estadounidenses se encuentran preocupados por la situación del mercado laboral, ya que la combinación de una alta inflación con una baja tasa de desempleo está incitando a los trabajadores a organizarse y también animándolos a ser más asertivos en sus tratos con los contratistas.

De abril 2020, mes en el que la tasa de desempleo alcanzó el punto máximo en Estados Unidos, a noviembre de 2022, la tasa de desempleo estadounidense ha caído en un 75.5%, mientras que México registró una cifra del 39.3% y Canadá, del 60.8%. Solo durante el primer semestre de 2022, se reportaron 180 huelgas laborales en Estados Unidos, lo que representa casi el doble que el mismo periodo del año anterior.

Si el incremento en los salarios se mantiene, la FED enfrentaría mayores dificultades para lograr que la inflación alcance su nivel objetivo del 2%. No obstante, la FED ha insistido en que la inflación objetivo es inviolable, lo cual señala la alta probabilidad de que siga aumentando la tasa de interés y, por tanto, abonando a una recesión.

Por su parte, Larry Spriggs, economista en jefe de la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO por sus siglas en inglés), comentó en una entrevista para The New York Times (enero de 2023), que mayores tasas de interés no iban a solucionar lo que cree que siguen siendo la fuente subyacente de la inflación: las interrupciones en la cadena de suministro causadas por la pandemia y la guerra en Ucrania. Sin embargo, menciona que es muy probable que el ajuste de las tasas provoque una recesión en la economía y un aumento en el desempleo, en particular entre los trabajadores con salarios bajos, para quienes perder el empleo suele ser catastrófico.

De cierto modo, la población que más está sufriendo la inflación, aquella de menores recursos, es la misma que enfrentará el mayor impacto de una recesión. Claudia Sahm, economista de la FED, sugiere que el desempleo es incluso más dañino que la inflación: “Si tu ingreso es bajo y te obliga a vivir al día, sí, una mayor inflación duele, pero dolería más que desapareciera ese ingreso”.

Por su parte, el 14 de diciembre de 2022, durante una conferencia, Jerome Powell, presidente de la FED, dijo que no creía que alguien supiera si la recesión era inevitable, pero reconoció que las probabilidades de lograr el llamado “aterrizaje suave”, en el que la inflación se controla mediante la desaceleración económica sin causar una recesión, se encuentran disminuyendo.

De llegar a materializarse una recesión en Estados Unidos; México y Canadá resultarían altamente perjudicados, pues el mercado estadounidense demandaría menos insumos del exterior y se reducirían los productos que otros países, como México y Canadá, pudieran importar. En suma, el comercio de la región enfrentaría un choque negativo significativo.