En abril, los consumidores percibieron una situación económica peor que la que tenían el año anterior, lo cual podría desacelerar el consumo en los próximos meses, mientras que los empresarios aumentaron su confianza para realizar inversiones, lo que podría impulsar la inversión.
En una simplificación de la realidad, hay cuatro agentes principales que contribuyen al crecimiento económico de un país: los consumidores, los inversionistas, el gobierno y el sector externo. En el caso de los consumidores y los inversores, su influencia en la producción total es a través de su demanda por bienes y servicios –determinada por sus decisiones de gasto– y mediante su modificación de la capacidad productiva del país –destinando recursos a la incorporación de nueva tecnología y a la eficiencia de los procesos productivos—.
Debido a la relevancia económica de ambos agentes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publica mensualmente dos indicadores que monitorean la confianza de los consumidores y los empresarios en el país para intentar anticipar cuál podría ser el panorama económico en los próximos meses –y que son medidos en una escala que va del cero a cien, siendo cero el valor más pesimista y el cien el más optimista–.
El indicador de la confianza de los consumidores promedia la valoración que los consumidores tienen de su situación presente y de sus expectativas sobre su situación futura, mientras que el indicador de la confianza de los empresarios mide su percepción respecto a los sectores manufactureros, de la construcción, del comercio y de los servicios.
A abril de 2023, la confianza empresarial se localiza en 53.6 hilando tres meses al alza y alcanzando su mayor valor desde abril de 2022. Por el contrario, la confianza de los consumidores hila dos meses a la baja colocándola en 44.1 y siendo su menor valor desde diciembre de 2022.
Dentro de los componentes de la confianza empresarial, a abril de 2023, los empresarios del sector manufacturero en México resultan los menos optimistas al disminuir su confianza en el momento de inversión en 0.4 puntos, respecto al mes previo –la confianza en el momento para invertir pasó de 44.9 a 44.5–, mientras que los del sector comercial son los más optimistas con un aumento en 1.4 puntos respecto al mes previo –pasó del 30 al 31.4–.
En cambio, cuatro de los cinco componentes de la confianza de los consumidores mostraron disminuciones respecto al mes anterior, siendo los de mayor contracción su percepción de posibilidades de compra respecto al año anterior y del estado de la situación económica presente del país al reducirse en 0.5 puntos ambas –la primera pasó de 26.9 al 26.4, mientras que la segunda pasó de 41.3 a 40.8—.
A pesar de que la confianza empresarial muestra un avance respecto al mes anterior, a febrero de 2023 la inversión permanece un 4.4% por debajo de su máximo histórico alcanzado en diciembre de 2017. Asimismo, la contracción en la confianza de los consumidores podría impulsar una mayor desaceleración del consumo que a febrero de 2023 está un 0.4% por debajo de su máximo histórico alcanzado en enero de 2023.