Desde enero de 2022, más del 50% de los especialistas considera un mal momento para invertir en México, el índice de confianza empresarial se ha encontrado por debajo de los 55 puntos y la inversión solo ha crecido a un promedio de 5.6% a tasa anual.
En agosto de 2022, la inversión fija bruta creció un 1.9% respecto al mes anterior y un 4.6% respecto a agosto de 2021. En julio de 2018, la inversión alcanzó su máximo nivel para posteriormente mantener una tendencia a la baja como parte de la incertidumbre y los cambios políticos y económicos del país. Actualmente, la inversión se encuentra 11.6% por debajo de aquel máximo histórico, mientras que respecto al periodo prepandemia (febrero de 2020) la inversión ha crecido un 1.9%.
Si bien a partir de marzo de 2021, periodo en el que comenzaron las altas de inflación en todo el mundo, varios especialistas dejaron de considerar un mal momento para invertir, además de que la inversión se empezó a recuperar, esto se debió a causa de un efecto rebote tras la caída de 2020 ocasionada por la pandemia, además que se consideraba en los primeros meses que el alza en la inflación se controlaría rápidamente.
Sin embargo, para finales de 2021, la inflación seguía creciendo y con ello, se tomaban medidas más agresivas de política monetaria para controlarla, resultando en una caída en la confianza empresarial como parte de un constante aumento en las tasas de interés.
A pesar de que la inversión ha registrado una tasa promedio anual del 5.6% desde enero de 2022, no ha presentado un crecimiento significativo, ya que la inversión guarda una relación directamente proporcional con la confianza empresarial e inversamente proporcional con la tasa de interés.
Por otro lado, desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania en febrero del año en curso, la inversión tuvo un crecimiento relevante en los siguientes meses, al presentar oportunidades comerciales en materia de exportación.
No obstante, a partir de junio, el porcentaje de especialistas que considera un mal momento para invertir incrementó del 59% al 70%, a la vez que el índice de confianza empresarial desde este mes ha caído de manera constante. Este derivado del continuo incremento de la inflación y con ello, del aumento de la tasa de interés, ocasionando incertidumbre en los inversionistas.