Del primer al segundo trimestre de 2022, el ingreso laboral per cápita tuvo un incremento real de 34.88 pesos, tomando en cuenta la inflación general. Mientras que al ajustarlo por la inflación de la canasta alimentaria, el incremento solo sería de 6.40 pesos.
El índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) permite conocer la evolución del ingreso laboral y su relación con el costo de la canasta alimentaria, obteniendo el porcentaje de la pobreza laboral, es decir, el porcentaje de la población con un ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria.
Desde inicios de la pandemia, se observa que la pobreza laboral tuvo su mayor nivel durante el tercer trimestre de 2020, llegando al 46.0% de la población en pobreza laboral.
Para el segundo trimestre de 2022, la pobreza laboral fue del 38.3%, es decir, 4 de cada 10 personas se encuentran en pobreza laboral. La cifra anterior muestra una disminución anual de 1.6 puntos porcentuales y una trimestral de 0.5 puntos porcentuales.
A su vez, se destaca que el porcentaje observado en el 2T de 2022 sigue siendo mayor al observado al periodo prepandemia (36.6% en el 1T de 2020), ocasionado principalmente por el alza de precios en la canasta alimentaria.
Nota: Debido a la contingencia sanitaria, el INEGI suspendió la recolección de datos en el 2T 2020
En el caso del ingreso laboral per cápita real, se observa que en este periodo tuvo un incremento anual del 4.9% deflactado con el INPC, es decir, eliminando los efectos generados por los cambios en los precios. No obstante, al deflactarlo con el valor de la canasta alimentaria, tuvo una caída del 0.2%.
En cuanto a la variación trimestral, se observa que, desde el último trimestre del 2021, se han ligado tres trimestres consecutivos de variaciones positivas, aunque se destaca que al deflactar por el INPC el ingreso crece a un mayor ritmo que al deflactar tomando en cuenta el valor de la canasta alimentaria.
Nota: Debido a la contingencia sanitaria, el INEGI suspendió la recolección de datos en el 2T 2020
La crisis internacional que se derivó de la recuperación económica y las sanciones a las exportaciones de Rusia han generado que el valor de la canasta alimentaria haya incrementado significativamente y el bolsillo de las familias se ha visto afectado. No obstante, esta crisis ha comenzado a estabilizarse gracias a las políticas monetarias y fiscales, que se ha traducido en una reducción de la pobreza laboral en los últimos trimestres; sin embargo, aún no se logra alcanzar los niveles prepandemia.