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Inflación en alimentos sigue alta pero comienza a desacelerarse

El incremento en el valor de la canasta alimentaria en México se acentuó a causa de la disrupción de cadenas de valor que se originó con la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania.

Por su parte, América Latina y el Caribe es la región con mayor inflación alimentaria en el mundo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) publica cada mes su índice de precios de alimentos (FFPI), el cual es una medida del cambio en los precios internacionales de una canasta de productos alimenticios.

Dicha ponderación consiste en el promedio de cinco índices de precios de grupos de productos estimados por las cuotas de exportación promedio de cada uno.

El FFPI cayó durante los primeros meses de la pandemia como causa de la baja actividad económica en este periodo. Posteriormente, el índice creció de manera constante en conjunto con sus componentes, siendo el de aceites vegetales el componente que más incrementó.

En meses posteriores, se dio un salto en la mayoría de los componentes (exceptuando la carne) a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania, además del periodo de altos niveles de inflación a nivel mundial.

No obstante, en los últimos meses se ha visto una desaceleración constante en el FFPI, liderada principalmente por la caída en el índice de precios de los aceites vegetales, cereales y lácteos. Mientras que el precio de la carne ha mantenido un comportamiento constante y el precio del azúcar tuvo un crecimiento significativo pasando de 127.0 puntos en marzo de 2023 a 149.4 puntos el mes subsecuente.

A nivel mundial, América Latina y el Caribe es la región en donde se dio el mayor incremento de precios en los alimentos desde inicios de 2019 como consecuencia del alza en los precios en los insumos agrícolas y la depreciación de diferentes monedas nacionales.
Por su lado, Europa es la región con menor nivel de inflación en alimentos; no obstante, tuvo un incremento relevante a finales de 2021 y un posterior crecimiento constante desde la guerra entre Rusia y Ucrania, pues muchos países europeos dependen de insumos provenientes de Rusia.

En el caso de México, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) es el encargado de medir el valor de la canasta alimentaria urbana y rural, definiéndola como la línea de pobreza extrema por ingresos (LPEI) equivalente al valor monetario de la canasta alimentaria por persona al mes.
Durante mayo y octubre de 2020, la canasta alimentaria tuvo dos picos llegando a una variación anual del 2.8% y 3.3% respectivamente, para posteriormente llegar a su variación mínima histórica en abril de 2021, la cual fue de -1.1%. No obstante, la mayor tasa de crecimiento que registró la canasta alimentaria fue en marzo de 2022, un mes después de iniciada la guerra entre Rusia y Ucrania, llegando al 5.5% real anual.

Por otro lado, para abril de 2023, el valor de la canasta alimentaria urbana por persona se situó en los $2,173.9 pesos, lo que representó una variación anual real del 3.4%, el mayor incremento desde septiembre de 2022. Se destaca que dicho incremento se dio por un aumento en el precio de la naranja, la papa y el huevo de gallina; estos productos tuvieron una variación anual real del 40.7%, 31.5% y 19.3% respectivamente.