En lo que va del año, la tasa de interés se ha incrementado 3 puntos porcentuales (p.p.) y se espera que aumente un p.p. más para finales de año, lo que ha reducido las expectativas de crecimiento en 18.2% respecto a inicios de año.
El Banco de México (Banxico) es el ente autónomo encargado de la política monetaria del país, el cual busca mantener una inflación que oscile entre 4% y 2%. Cuando la tasa de inflación se encuentra en niveles por encima del objetivo, se implementa una política monetaria restrictiva, es decir, que se incrementa la tasa de interés. Lo anterior busca desincentivar el consumo (en especial las compras a crédito) y con ello presionar los precios a la baja. Por lo tanto, si bien un aumento en la tasa de interés busca controlar la inflación, también tiene efectos adversos como la desaceleración del PIB, ya que, por un lado, se desacelera el consumo y, por otro lado, se reduce la inversión, debido a que el aumento de los intereses pagados por bonos generan una disminución en la inversión pública y privada.
Las expectativas de crecimiento del PIB habían mostrado una mejora de 0.5 puntos porcentuales de enero de 2021 a septiembre de 2021, y se habían mantenido relativamente estables durante el resto del año. Sin embargo, a partir de enero de 2022, las expectativas de crecimiento empezaron a caer a medida que la tasa de interés objetivo se incrementaba, por lo que en julio de 2022 las expectativas de crecimiento son 1.1 puntos porcentuales menores a las expectativas que se tenía en julio de 2021.
Actualmente, la tasa de interés objetivo es de 8.5% y se espera que a finales de año la tasa de interés llegue a 9.5%. Adicionalmente, sin considerar otras variables y solo tomando en cuenta el efecto de la tasa de interés sobre el PIB, se estima que cuando la tasa de interés aumenta en 1%, las expectativas de crecimiento para la economía mexicana se contraen en 0.76%
Otras variables que también causan preocupación en la economía del país son principalmente los problemas relacionados con la gobernanza, como la inseguridad pública, la falta del Estado de derecho y la corrupción. Asimismo, los factores internos como la incertidumbre o la ausencia de un cambio estructural en el país también generan inquietud en la economía.
En cuanto a factores externos, que si bien son los que en promedio generan las menores preocupaciones, han cobrado mayor relevancia, ya que de julio de 2021 a julio de 2022, la preocupación por factores externos aumentó en promedio 31.3, entre los cuales la debilidad del mercado externo y la economía mundial es la mayor preocupación para la economía mexicana.