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El precio de los energéticos baja, pero la inflación no cede

El precio de la mezcla mexicana del petróleo ha caído en un 32.5% en comparación con su punto más alto en el 2022. No obstante, comparando el mismo periodo de tiempo, la inflación del INPC ha sido del 12.1%.

Desde mediados de junio, se observa que el precio de la mezcla mexicana del petróleo ha comenzado a ceder después de haber alcanzado un máximo a principios de marzo del año en curso, aunado a las sanciones económicas impuestas a las exportaciones de los energéticos rusos. Actualmente, el precio de la mezcla mexicana se encuentra un 32.5% más bajo que el nivel máximo alcanzado el 08 de marzo del presente año. Es decir, de valer 119.62 dólares por barril disminuyó a 80.75 dólares.


Sin embargo, a pesar de esta importante reducción, el comportamiento del INPC no muestra un paralelismo. Comparando los mismos periodos, la primera quincena de octubre respecto a la primera quincena de marzo, el INPC ha registrado una inflación del 12.1%

Lo anterior debido a la ponderación de los componentes del INPC. Del 100.0%, el incremento de precio en los energéticos tiene una ponderación del 10.0%, mientras que, para los alimentos, las bebidas y el tabaco la cifra es del 20.1% y para los bienes no alimenticios, del 19.2%.

Por ello, sobre la inflación anual del INPC del 8.5% que se observó para la primera quincena de octubre, el incremento en precios del sector de alimentos, bebidas y tabacos contribuyó en un 32.6%, el de los bienes no alimenticios en un 18.0%, el de otros servicios en un 14.8% y el del ganado en un 10.4%.

La baja en el precio de un solo bien no resuelve el gran problema de la inflación, que es de aumentos generalizados y sostenidos en los precios. No obstante, el precio de las gasolinas y los energéticos influye directamente en el costo de las distintas cadenas de oferta debido a que representa uno de los principales insumos en los sistemas de logística y producción. Por ello, en el mediano y largo plazo, la disminución en el precio del petróleo podría aliviar ciertas presiones inflacionarias en el resto de la economía.