En México, menos de la mitad de los aplicantes a una licenciatura en una universidad pública logran ingresar y solo al 10% más rico de la población le alcanza para pagar una licenciatura promedio en el sector privado.
La importancia de obtener una licenciatura ha aumentado considerablemente en la actualidad, ya que se ha convertido en un requisito prácticamente indispensable para lograr la movilidad social. Sin embargo, la consecución de una licenciatura implica enfrentar retos económicos que pueden resultar inalcanzables para muchas personas. Esto se debe a diversos factores, como el número limitado de lugares ofertados por las universidades públicas y los altos costos de las universidades particulares.
Durante el ciclo escolar 2021/2022, se ofertaron un total de 780,476 lugares en universidades públicas, mientras que se recibieron 1,214,392 solicitudes. A pesar de esto, únicamente 590,297 estudiantes lograron ingresar a estas instituciones, lo que representa aproximadamente el 75% de los lugares disponibles.
Es importante señalar que es posible que una misma persona haya realizado varias solicitudes, pero, aun así, la cantidad de estudiantes rechazados es elevada. Incluso si se lograran ocupar todos los lugares ofertados, aún habría un gran número de individuos que serían rechazados por las universidades públicas.
Por otro lado, durante el mismo ciclo escolar, se ofertaron 690,886 lugares para nuevo ingreso en universidades particulares, pero solo se recibieron 632,938 solicitudes. De estos lugares, únicamente se utilizaron 481,060, lo que representa aproximadamente el 70% de los lugares disponibles.
Las universidades públicas reciben en promedio más solicitudes que los lugares que tienen disponibles. Durante el ciclo escolar 2021/2022, menos de la mitad de los aplicantes a universidades públicas ingresaron a un programa de licenciatura. Por lo que la mayoría de las personas que buscan adquirir una educación superior, debe acudir al sector privado.
Por su parte, las universidades privadas representan un costo monetario significativo para aquellos que desean obtener una licenciatura. En las universidades particulares más prestigiosas, el costo anual de la colegiatura supera los doscientos mil pesos e incluso puede llegar a superar los trescientos mil pesos. Además, el costo de las colegiaturas en las universidades particulares ha aumentado desde el 2011, en muchos casos por encima de la inflación. Un ejemplo extremo de esto es la Universidad Autónoma de Guadalajara, cuya colegiatura casi triplicó su costo, mientras que la inflación solo fue del 56.72% en el mismo periodo.
(1) Universidad Autónoma de Guadalajara
(2) ITESM
(3) Universidad Anáhuac México Norte
(4) Universidad de Monterrey
(5) Universidad de las Americas Puebla
(6) Universidad Iberoamericana
(7) Instituto Tecnológico Autonómo de México
(8) Universidad Panamericana
(9) Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente A.C.
(10) Universidad del Valle de México A.C.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el costo total promedio de una licenciatura privada se encuentra entre $200,000 y $1,500,000 dependiendo la carrera. La más barata considerada es criminología y la más costosa es medicina. La licenciatura promedio tiene un costo de alrededor de $750,000, el cual representa alrededor de 14 años del ingreso promedio por persona, de acuerdo con los últimos datos del INEGI. Adicionalmente, solamente el 10% más rico de la población cuenta con un ingreso suficiente para poder pagar la educación superior de sus hijos sin adquirir préstamos. De manera que, es necesario que se amplíe la oferta de educación superior pública y el acceso a becas del sistema educativo privado.
Obtener una licenciatura puede ser fundamental para lograr la movilidad social y el éxito profesional. Sin embargo, el alto costo de las universidades particulares y la limitada disponibilidad de lugares en las universidades públicas, presentan un reto financiero significativo para muchas personas. A pesar de esto, existen alternativas para quienes buscan una formación académica de calidad, como becas, créditos educativos y programas de apoyo. Además, es importante considerar el valor real de la educación superior y evaluar los beneficios a largo plazo que puede traer consigo.