Las acciones y políticas en relación con los ingresos y egresos de los estados inciden directamente tanto en el crecimiento económico como en el desarrollo social, ya que los gastos realizados por el gobierno tienen como último fin mejorar el bienestar social, y los ingresos son utilizados para cubrir dichas necesidades.

FUENTE: Siete17.com

Los ingresos totales que perciben los estados consisten de tres componentes: una parte generada por el propio estado a través de la recaudación de impuestos locales (ingresos propios); la segunda parte, es lo que aporta la federación, la cual se divide en recursos etiquetados (para el gasto en salud, seguridad, desarrollo social o educación) y no etiquetados (de libre disposición) y, por último, lo que se genere a través de financiamientos o por la venta de bienes y servicios.

En promedio, en 2021, los ingresos propios representaron el 13.6% del total de los ingresos estatales, las transferencias federales el 83.3% y financiamiento y otros ingresos* el 2.9%.

Entre los estados más dependientes de la federación destacan Chiapas y Guerrero, en donde las transferencias federales representan alrededor del 95% de sus ingresos totales.

En cambio, entre los estados menos dependientes destaca la Ciudad de México, ya que cerca del 44% de sus ingresos son generados dentro del propio estado. No obstante, Chihuahua es el segundo estado con mayor recaudación de ingresos propios, pero estos representan casi la mitad de lo recaudado por la Ciudad de México.