La actividad turística no se ha recuperado de la pandemia, aunque mantuvo un crecimiento constante durante 2022 gracias a los servicios turísticos y el consumo extranjero.

La medición de la actividad turística en México se realiza a través de dos indicadores principales: el Producto Interno Bruto turístico y el consumo turístico al interior del país. Se destaca que el PIB turístico presenta la misma medición que el PIB en términos de la oferta de bienes y servicios, pero únicamente para actividades relacionadas a la industria del turismo, mientras que el consumo turístico presenta dos componentes: el interno (proveniente de los turistas nacionales) y el receptivo (proveniente los visitantes extranjeros en el país).

El PIB turístico tuvo su máximo histórico durante el primer trimestre de 2020, alcanzando los 116.8 puntos y si bien, en el trimestre siguiente tuvo su mayor caída a causa de la pandemia, desde finales de 2020, el PIB turístico ha presentado un crecimiento constante, llegando a un crecimiento anual promedio del 15.0% durante todo 2022, aunque dicho crecimiento no fue suficiente para alcanzar sus niveles prepandemia.

Se destaca además que el constante crecimiento del PIB turístico se ha dado por el componente de los servicios, el cual superó sus niveles prepandemia desde el tercer trimestre de 2022. Por otro lado, el componente de bienes se encuentra 16.8 puntos por debajo de su nivel prepandemia, indicando una mayor lejanía de sus niveles previos al segundo trimestre de 2022.

Adicionalmente, para el cierre del año, el componente de servicios alcanzó una variación del 9.1%, esto es 6 puntos porcentuales más que el componente de bienes.

Por su lado, el consumo turístico, en sus dos componentes, ha recuperado los niveles prepandemia. Durante 2022, el consumo turístico creció a una tasa anual promedio del 17.4%, liderada principalmente por el consumo receptivo, el cual creció a un promedio anual del 41.0%, aunque, en el último trimestre de 2022, presentó una variación anual del 1.3%, la más baja desde el segundo trimestre de 2019. Mientras que, en el caso del consumo interno, presentó una variación anual promedio del 14.1% durante 2022, manteniendo un crecimiento constante durante el último año.