El Banco de México (Banxico) es la institución encargada de mantener la inflación (incremento generalizado en precios) dentro de un rango entre el 2% y 4% para preservar el poder adquisitivo de los mexicanos y cuya herramienta principal es la tasa de interés. Para cumplir con su objetivo, la junta de gobierno de Banxico, conformada por 5 economistas, se reúne entre ocho y nueve veces al año para analizar el panorama económico, político y financiero y decidir si incrementar, mantener o disminuir la tasa de interés.

En lo que va del 2022, ha habido cinco votaciones y en todas se ha decidido incrementar la tasa de interés. En tres de ellas, los cinco miembros han tomado una decisión unánime respecto al incremento. En la primera (el 9 de febrero) el incremento fue de 50 puntos base, mientras que en las otras dos (22 de junio y el 10 de agosto) el incremento fue de 75 puntos base. Asimismo, sólo en dos reuniones ha habido votos disidentes.  

El primer voto disidente fue el de Gerardo Esquivel (subgobernador de Banxico) en la junta del 9 de febrero, que votó por un incremento menor al que propusieron los demás miembros de la junta debido a que no quería adelantarse a implementar una política restrictiva respecto a la decisión monetaria de Estados Unidos y consideraba suficiente un incremento de 25 puntos base para enfrentar la incertidumbre. Por el contrario, el 11 de mayo, Irene Espinosa (subgobernadora de Banxico) votó por un incremento mayor al de los demás al prever el endurecimiento de las condiciones adversas que enfrentaría México y considerar necesario reiterarles a los mexicanos el compromiso de Banxico para contener la inflación, anclar las expectativas y fortalecer la confianza en la institución.

Cabe destacar que en la junta del 23 de marzo la votación fue unánime, dado que los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania (disrupción de cadenas productivas, incremento en la incertidumbre e incremento en precios de las materias primas) ya eran visibles. Asimismo, en la junta del 22 de junio, los miembros coincidieron en que las presiones inflacionarias no mostraban una disminución, mientras que en la junta del 10 de agosto coincidieron en que era evidente la desaceleración de la actividad económica mundial y había incrementado el riesgo de una recesión en Estados Unidos. Las dinámicas de votación indican que, si bien al inicio existía el rezago por parte de un miembro al mantener una postura más moderada, las decisiones se han alineado en las últimas juntas conforme las condiciones externas se vuelven más hostiles.

En las juntas previas, los miembros de la junta han considerado reiteradamente 5 factores externos para decidir la magnitud del incremento en la tasa de interés en México. Durante las juntas más recientes, los remanentes de la pandemia han perdido relevancia como determinantes de la política monetaria del país, mientras que ha incrementado la importancia de la dinámica de la inflación, las decisiones que los demás bancos centrales han tomado y las condiciones de endurecimiento de los mercados financieros.

Por último, en la más reciente junta (10 de agosto) los miembros reiteraron el compromiso de Banxico de contener la inflación y la mayoría coincidió en que es necesario mantener una política monetaria activa para enfrentar el panorama económico actual. Por lo que podría esperarse que los incrementos en la tasa de inflación continúen en las próximas reuniones.