En 2022, el consumo privado fue el componente que más impulsó el crecimiento económico en México, al aportar el 84.9% del crecimiento del PIB y posicionarse un 2.7% por encima de su nivel prepandemia.

El Producto Interno Bruto (PIB) es un reflejo de las actividades productivas de un país, dado que mide el valor de los bienes y servicios finales que el país genera. Una manera de medirlo es a través del enfoque de gasto, que está compuesto por cuatro categorías: consumo privado, inversión, gasto público y la balanza comercial, que es la resta de las exportaciones menos las importaciones. En el caso mexicano, el consumo privado es el principal componente, seguido de la inversión, que representan el 70.0% y el 18.8% del PIB, respectivamente.

Al cuarto trimestre de 2022, las exportaciones, las importaciones y el consumo se posicionan como las categorías con el mejor desempeño al estar un 8.0%, 11.1% y 2.7% por encima de su valor prepandemia, respectivamente. Mientras que la inversión privada y el gasto público presentan una paulatina recuperación al estar un 0.9% y 0.4% por encima de su valor prepandemia. Adicionalmente, la inversión pública cierra el 2022 un 5.6% por encima de su valor prepandemia, pero permanece rezagada respecto a sus valores de 2018.

El consumo lidera el crecimiento del PIB en 2022, pero se desacelera a final de año.
Al analizar el desempeño de los componentes del PIB en 2022 por separado, destaca que el consumo mantuvo su recuperación pospandemia durante el primer semestre, pero sufrió un estancamiento en la segunda mitad del año debido a la presencia de una elevada inflación, el ciclo de incrementos en la tasa de interés y el pronóstico de un menor crecimiento económico por el riesgo de una desaceleración económica mundial.

Las exportaciones se benefician del desempeño del sector petrolero y del sector automotor, pero las importaciones opacan su crecimiento.
En el caso de la balanza comercial; las exportaciones crecieron un 7.6% anual, cuyo aumento estuvo impulsado por las exportaciones petroleras, que incrementaron un 36.6% anual por el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania, y por las exportaciones manufactureras del sector automotor, principalmente de los vehículos terrestres y sus autopartes que representaron el 26.7% del total de exportaciones y crecieron un 19.0% anual.

No obstante, la balanza comercial cerró con un saldo deficitario debido a que las importaciones aumentaron un 8.8% anual impulsado por las políticas antiinflacionarias que implementó el gobierno federal, a partir de mayo del 2022, que eliminaban el pago de aranceles de algunos productos de la canasta básica, así como por la apreciación del peso.

La inversión se recupera a final de año, pero la incertidumbre del clima de negocios podría afectar su desempeño para el próximo año.
Finalmente, al interior de la inversión; el componente de maquinaria y equipo fue el de mejor desempeño al aumentar a una tasa anual promedio del 12.4%. Sin embargo, a pesar de la reactivación de la inversión total, surgieron fricciones, durante las negociaciones del Tratado entre México, Estados Unidos (EE. UU.) y Canadá (T-MEC), entre el gobierno mexicano y los inversionistas estadounidenses en materia energética que mermaron la confianza del país en temas regulatorios y de Estado de derecho.