En febrero la FED aumentó en 25 puntos base la tasa, lo que muestra un relajamiento de la política monetaria de Estados Unidos como respuesta a la desaceleración de la inflación, de manera que se espera que México siga una ruta similar.

A finales del primer trimestre de 2020 los efectos de la pandemia por COVID-19 se empezaron a notar en las cadenas de suministros globales, lo que presionó al alza los precios. Asimismo, la invasión rusa a Ucrania y los frecuentes confinamientos en China por el aumento de contagios terminaron por acelerar la inflación en el mundo.

El banco central mexicano, Banxico, tiene por objetivo mantener una inflación entre el 2% y 4%, mientras que en Estados Unidos su banco central, FED, busca mantener una inflación del 2%. Desde mediados de junio, la inflación en México había permanecido en el rango que plantea Banxico; sin embargo, en marzo de 2021 la inflación fue de 4.67% y desde entonces no ha regresado a su objetivo, no obstante hubo una desaceleración en los últimos meses de 2022. En Estados Unidos la inflación superó su meta desde marzo de 2022 y desde junio de 2022 ha mostrado una notable reducción.

Las últimas mediciones sobre la inflación muestran un ligero incremento para el caso de México, al cerrar el año en una tasa del 7.82%, lo que es un incremento de 0.002 puntos porcentuales (p.p.), respecto a noviembre de 2022. En el caso de Estados Unidos, la inflación retrocedió 0.70 p.p. en diciembre de 2022, respecto a noviembre del mismo año.

Para combatir los altos niveles inflacionarios los bancos centrales aumentan la tasa de interés con el objetivo de desincentivar el consumo y reducir así la demanda de bienes y servicios. Por lo que las empresas, ante una menor demanda, tienden a bajar los precios para atraer a nuevos compradores. Sin embargo, el aumento en la tasa de interés también puede desacelerar la economía debido a una disminución de la inversión y el consumo.

En México la tasa de interés ha sido significativamente mayor a la de Estados Unidos, en gran medida debido a que la inflación mexicana ha sido históricamente mayor a la de Estados Unidos, no obstante, ambos países tienen una dinámica muy similar.

Por otro lado, Estados Unidos mantuvo una tasa de interés en cero hasta marzo de 2022 y desde entonces comenzó con una agresiva política de aumentos en su tasa de interés. Los últimos aumentos han reflejado la desaceleración en la inflación estadounidense, por lo que, después de cuatro aumentos seguidos de 75 puntos base (p.b.), en diciembre de 2022 se subió la tasa de interés en 50 p.b., mientras que en febrero de 2023 se aumentó en solo 25 p.b.

El presidente de la FED, Jerome Powell, destacó que se esperan dos aumentos más en la tasa de interés para lograr que la inflación retorne a la meta de 2%, por lo que se espera que la tasa de interés de Estados Unidos llegue a 5% este año. En cuanto a México, se espera que en los próximos anuncios de política monetario, Banxico aumente la tasa en una magnitud igual o mayor a la de la FED, ya que el nivel inflacionario de México se ha mantenido alto.